Es una expresión muy antigua pues para valorar la calidad de los caballos y su edad, los expertos les abren la boca y les miran los dientes para conocer edad, salud y muchas otras cosas sobre el caballo que examinan. La mejor forma que tienen los expertos para saber el verdadero estado de un equino es mirándole la dentadura.
Pues bien, cuando alguien dice “a caballo regalado no se le mira el diente” significa que si te dan algo gratis, si te regalan algo, que no seas tan quisquilloso como para quejarte de que no te gusta o de que no es demasiado bueno. Un regalo es un regalo, y no se puede exigir mucho.
Imaginate que un amigo que se va a marchar de vuelta a su país, te regala su bicicleta.Aunque la bicicleta no sea de aluminio, de última generación, de diseño espectacular, debemos aceptarla tal cual es: un regalo de un amigo. Un gesto muy bonito de su parte. No te vas a poner delante de él a examinar la bici, hablar de las faltas que tiene en la pintura, o en el manillar, o en la rueda trasera... Es gratis. Es un regalo y "a caballo regalado no se le mira el diente"